CCOO, UGT, CSIF, USO y CIG firman un acuerdo
para repartirse cientos de liberados con el mismo gobierno que ejecuta los
mayores recortes sociales
Los sindicatos de las
mesas amigas: CC.OO., UGT, CSIF, USO y CIG (ELA no, reconocemos su coherencia
sindical), ya han firmado el primer "Gran Acuerdo" de la era
Rajoy, bajo el largo y rimbombante título de "ACUERDO DE ASIGNACION DE RECURSOS Y
RACIONALIZACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS DE NEGOCIACIÓN Y PARTICIPACIÓN", que
realmente debería citarse como ACUERDO para eliminar el sindicalismo de base,
el de la acción sindical del día a día, el de centro de trabajo a centro de
trabajo, a cambio de cientos de liberados sindicales. Y todo ello en plena
lucha contra los recortes sociales, laborales, salariales...
Acuerdo que podemos resumir en liberaciones sindicales. Cerca
de 200, por ahora, con dispensa total, más un número
significativo, que se sumará a éste, a razón de 40 horas por cada 1000
empleados correspondientes al ámbito de cada mesa de negociación.
Con la que está cayendo viernes tras viernes, recorte
tras recorte, movilización tras movilización, volvemos a comprobar cómo estos
sindicatos solo atienden a sus intereses particulares. El sentir del
personal, sus reivindicaciones, pasan a un segundo plano. Para ellos, la
calidad (y caridad), bien entendida, empieza por uno mismo.
Una lógica sindical coherente que entienda el
sindicalismo como la acción necesaria para mejor las condiciones
laborales y sociales del personal al que representa debería empezar por lo
principal, esto es: retirada inmediata de los ERES en la Administración
(nada dice el acuerdo); reintegro de la extra de navidad,
(tampoco); recuperación del poder adquisitivo perdido (no toca);
inclusión de la cláusula de revisión salarial (¿eso qué es?); la
culpabilización de la persona enferma, I.T. 100% desde el primer día
(absentismo); reintegro directo a nuestro salario de las cuantías del plan
de pensiones y que la extra sisada en ningún caso se destine a engordar ni
éste, ni ningún plan, (¿cómo? ¡no se oye!); jubilación a los 63 años al
igual que el resto de los trabajadores del Régimen General (¡horror!); práctica
desaparición de las ayudas de acción social (ahorro sumo)...,y, por supuesto no
se pueden firmar acuerdos, mientras no se respeten los anteriormente suscritos.
Estos son algunos de los primeros y fundamentales asuntos
que hay que resolver, el resto ya se verá. El acuerdo está en otra realidad, de
esto nada se dice, nada se hace, nada se toca. Se acepta, por tanto, como
inevitable la política de Rajoy Manostijeras, y se aprestan a recoger las
migajas que, en forma de liberaciones sindicales, les favorecerán
exclusivamente a ellos. Esto a cambio de no tocar lo principal y de
renunciar a acercar los órganos de representación al personal que los ha
elegido. Democracia alejada, democracia olvidada. Así, se reduce el número
de comités de seguridad y salud, la salud importa poco; se impone el ámbito
que define el centro de trabajo con lo que se consigue alejar al sindicato de
la realidad de los centros de trabajo más cercanos, poner cara a quien nos
representa, hacer un sindicalismo próximo, cambiar liberaciones por los
delegados de nuestros centros de trabajo, los que conocemos, a quienes
elegimos, con horas tasadas a tiempo parcial, en definitiva, cambiar
sindicalismo real, de relación directa, por un sindicalismo de salón, de
moqueta.. Se obliga a pasar por este aro de fuego a todos los sindicatos,
hayan o no firmado este acuerdo. Se institucionaliza el trato preferente,
la desigualdad, textualmente, así se expresa en el acuerdo: "...el Tribunal
Constitucional considera que el principio de igualdad de trato, connatural a un
sistema de libertad y pluralidad sindical, no impide que, en determinadas
ocasiones y para determinadas funciones, se admita un trato diferenciado cuando
esté basado en el criterio de la mayor representatividad", la
cuadratura del círculo, la igualdad- desigual.
CGT-CAT no aspira a tener más liberados, ni
dispensas totales. La Ley Orgánica de Libertad Sindical, a pesar de su
antigüedad (año 1985) y de sus múltiples carencias en otros aspectos, es
suficiente en cuanto a los créditos de horas sindicales.
Queremos denunciar, además del
contenido de este acuerdo, la inoportunidad a la hora de firmarlo, en
vísperas de una huelga general que sí trata de dar una respuesta contundente
a las verdaderas agresiones que afectan a la inmensa mayoría de la
población y que nuestra organización apoya decididamente. Estos pésimos
acuerdos nos motivan, aún más, para reafirmarnos en lo importante que es que
la gente, las bases, y no ciertas cúpulas domesticadas, seamos protagonistas
del cambio, de la lucha imprescindible para cambiar la actual situación de
anulación de derechos básicos. Hay quien no cree en la huelga,
nosotr@s SI.
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